domingo, 29 de junio de 2008

LAS CONSECUENCIAS DE LA COMPLEJA RELACION ENTRE LA CIUDAD Y LA NACION

10 conflictos que frenan mejoras clave para los vecinos porteños
Se necesita el visto bueno de la Nación para cambiar el recorrido de los colectivos. Algo similar pasa con el control de los subtes o los camiones del Puerto. Hay limitaciones en seguridad, obras públicas o para la mudanza de la cárcel de Devoto.

Por: Daniel Gutman

La autonomía porteña todavía incompleta y una relación que últimamente viene complicándose entre los gobiernos de la Ciudad y la Nación se combinan para frenar temas clave para los vecinos porteños. Así, las cuestiones que se traban en la agenda de Buenos Aires por culpa de ese choque de jurisdicciones, en lugar de reducirse, parecen crecer.
Quedó reflejado el último lunes, cuando el gobierno de Mauricio Macri quiso desalojar las carpas K instaladas frente al Congreso y la Policía Federal no le respondió. Pero sucede en muchos otros temas:
1 Los recorridos de los colectivosCon excepción de los taxis, todos los medios de transporte público que circulan por Buenos Aires son responsabilidad de la Nación, que los maneja a través de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT). Quiere decir que la Ciudad no puede cambiar el recorrido de una línea de colectivos, por ejemplo, lo que complica cualquier plan de tránsito. Ahora en la Legislatura hay un proyecto oficial para asumir la regulación del transporte, pero primero habría que acordar con la Nación.
2. El control del funcionamiento de los subtesLa empresa que maneja el servicio, Metrovías, tiene una concesión otorgada por la Nación. La Ciudad ni siquiera puede supervisar si cumple o no con sus obligaciones, por lo que no puede atender las quejas de los usuarios. Esta situación quedó en evidencia el año pasado, cuando los subtes se metieron en la pelea entre el kirchnerismo y el entonces jefe de Gobierno, Jorge Telerman, y se atrasó la puesta en marcha de la línea H. La Comuna pretende ahora que la Nación le pase el control.
De todas maneras, la Ciudad puede construir líneas y estaciones por sí misma, pero ese plan está demorado por falta de financiación. La Comuna aspira a que la Nación le consiga un préstamo del BID de 1.500 millones de dólares, pero la situación parece empantanada.
3. La Villa 31 y los terrenos fiscales y ferroviariosLos playones ferroviarios, como los de Retiro, Barracas y Caballito son del Estado Nacional, por lo que cualquier plan de la Ciudad para aprovecharlos está supeditado a un acuerdo.
Esa es la situación de parte del terreno que ocupa la Villa 31, en Retiro, y que complica su urbanizacón. Otro ejemplo son los arcos bajo las vías del tren en Palermo, frente al Rosedal. Hace años que están abandonados y son un foco de inseguridad, pero la Ciudad no puede hacer allí ningún proyecto de desarollo.
4. Las dificultades para poder manejar la seguridadLa carencia de una policía propia hace que la Ciudad sólo pueda encargarse de cuestiones secundarias de seguridad, como mejorar la iluminación en las calles. También dificulta los desalojos de espacios públicos. Como la Nación, no quiso transferirla, el Gobierno porteño anunció la creación de su propia policía. El ministro de Justicia, Guillermo Montenegro dijo que a en 2009 entrarán los primeros cadetes a la academia para que a fines de año se gradúen entre 800 y 1.000 agentes propios.
5 Problemas para el diseño de obras públicasEl túnel que se está construyendo bajo las vías del ferrocarril Belgrano, en la avenida Sarmiento, cerca del Planetario, es un ejemplo de las cuestiones que a veces se interponen. La obra se paró el año pasado, porque se demoró el corrimiento de la vía, que debe hacer la Nación. Según el ministerio de Desarrollo Urbano porteño, esa tarea se reinició la semana pasada.
6 Las demoras en la autopista que conecte Norte y SurDesde hace años está pendiente la construcción de la Autopista Ribereña, una vía rápida por debajo de Puerto Madero. La obra, de unos 1.200 millones de pesos, está a cargo del Gobierno Nacional. Permitirá unir la Avenida 27 de Febrero y la autopista Buenos Aires-La Plata con la Illia, y desde allí conectar hacia General Paz. En el sentido contrario, los vehículos que entren por Lugones tomarían Illia y seguirían hacia el sur.
Esta obra completaría la circunvalación vial de la Ciudad y los camiones ya no tomarían las calles céntricas ni la Costanera Norte, que podría ser reconvertida en un paseo público.
7. Las postergaciones en el soterramiento del Sarmiento.
El ferrocarril Sarmiento parte de Once hacia el Oeste y las vías generan serios problemas en el tránsito de la Ciudad. El proyecto del soterramiento tiene décadas de antigüedad, pero por dificultades técnicas y falta de acuerdo político nunca se concretó. A comienzos de este año la presidenta Cristina Kirchner adjudicó la primera etapa de las obras, de Caballito a Liniers, por unos $ 3.400 millones pero los trabajos aún no comenzaron.
8. Los reclamos vecinales por la cárcel de Villa DevotoAunque hay pedidos vecinales para que la cárcel sea sacada de ese barrio residencial, la decisión la tiene la Nación. Por ahora no hay avances sustanciales en los proyectos de relocalización. Por el contrario, la demolición de la cárcel de Caseros, en un plan conjunto diseñado por autoridades nacionales y comunales, está muy avanzada.
9. La circulación de camiones en la zona del PuertoEl Gobierno porteño reclama la administración del Puerto, como sucedió con otros puertos del país, que pasaron a manos provinciales. Como esto se demora, solicitó al menos que la terminal funcione con un horario más amplio -algo que no puede regular por sí sola- para que los camiones no se concentren en las calles porteñas en un mismo momento. Además otra idea de la Ciudad es que se haga una terminal para cruceros, en consonancia con el auge del turismo internacional.
10. La discusión por el dinero del Casino y los bingosTodas las provincias disponen de los juegos de azar, pero tanto el Casino como las máquinas tragamonedas y los bingos de Buenos Aires son negocios que maneja la Nación. El Estado porteño recibe hoy apenas 140 millones de pesos cuando el año pasado quedaron 1.700 millones luego del pago de los premios. Macri no se decide a poner este tema en la agenda de sus reclamos a la Nación.

Responsables
Germán Cervetto
La gente vota a sus gobernantes con la esperanza -esa que nunca se pierde- de que solucionen sus problemas. Desde los temas macro hasta los detalles de todos los días, como el viaje en colectivo y las raíces del árbol que rompen la vereda. Y los elegidos son funcionarios públicos, con el mandato de hacerlo. En ese camino, la gran maquinaria de la política y sus juegos interfieren, y lo han hecho por años.
No quiere decir que la Nación tenga más responsabilidad que la Ciudad, o al revés. Se trata de ejercer el cargo público con responsabilidad social, negociar a favor de los que votan. O ya no lo harán.

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