martes, 15 de enero de 2008

AUTOPISTA EN EL PARQUE CHACABUCO: CON O SIN PLAN URBANO, CON O SIN EXPOSICIÓN PÚBLICA , DA IGUAL


15/01/2008
UNO DE LOS MAYORES ESPACIOS VERDES DE LA CAPITAL, VIOLADO EN EL 78, LO VUELVEN A VIOLAR EN EL 2008


Parque Chacabuco: denuncian que obras de la autopista lo destruyen.
Son una subida y una bajada nuevas de la 25 de Mayo que provocaron tala de árboles y el cierre de la pista de atletismo.

Los vecinos dicen que aumentará el ruido, el tránsito y los accidentes.
En AUSA minimizan los daños.




PROTESTA. LOS VECINOS DEL PARQUE, JUNTO A CAMIONES Y PILOTES QUE COMENXZARON A INVADIR EL VERDE.

El Parque Chacabuco, uno de los más bellos de la ciudad, ya alterado violentamente en 1978 por la construcción de la Autopista 25 de Mayo que lo partió al medio en épocas del intendente militar Osvaldo Cacciatore, afronta otro desafío. El Gobierno de la Ciudad y AUSA empezaron las obras para una nueva subida y bajada a la autopista, lo que ya provocó tala de árboles y, según los vecinos, "atentará contra la salud ambiental, y la salud y calidad de vida de los vecinos y amigos del parque", además de provocar, afirman, contaminación ambiental y afectar la flora y fauna del lugar.

El gerente general de AUSA, Rogelio Barrero, dijo a Clarín que "el proyecto data de 2004, y algunos vecinos habían expresado su interés en que hubiera allí subida y bajada". Se trata de accesos en sentido contrario a los que ya hay a tres y a 10 cuadras de allí, en Carabobo y Avenida La Plata, respectivamente. Las planificadas en el Parque son bajadas en el sentido Centro-General Paz y subida hacia el Centro.

Los vecinos movilizados quieren "frenar la destrucción del parque". Según Gustavo Colángelo y Silvia Ostropka "si avanza la obra aumentará el tránsito y eventualmente habrá más accidentes, pérdida de espacios verdes y migración de pájaros, contaminación sonora y visual. Ya cortaron cinco árboles y seguirán". Una nota publicada ayer por Clarín, revela que la Capital es más calurosa porque cada vez tiene más cemento y asfalto y menos espacios verdes.

Héctor, un habitué deportista, dijo que ya cerraron parte de la pista de atletismo, al lado de lo que sería la subida, y que dejó de ir al parque. Aunque, ahora en receso, ya señalaron su inquietud las seis escuelas del lugar, tres de ellas ubicadas dentro del parque. Irene, otra vecina, teme que la bajada por Eva Perón pase justo frente a su casa. "Además del ruido y el peligro, desvalorizará las propiedades", afirma.

Los vecinos ya hicieron presentaciones ante legisladores de la Ciudad y las Defensorías del Pueblo de la Ciudad y de la Nación, amparos judiciales y recolectaron firmas en el barrio para frenar la obra. Reclaman que no hubo audiencia pública, que se viola el Código de Planeamiento Urbano y que hay un negocio detrás.

Desde AUSA, Barrero lo ve de otro modo. "Hasta ahora -afirmó- sólo se cortó un árbol ya antiguo y enfermo que podía caerse y generaba riesgos. Habrá más cortes, pero se compensarán con otros ejemplares".

Y aunque según los vecinos tampoco se se hizo un estudio previo del impacto ambiental, expresó que "no habrá mucho daño pues las rampas de acceso y bajada a la autopista se ubicarán dentro de los 12 metros de seguridad aledañas. De esa área, donde nada puede haber por seguridad, tomaremos 7 metros de cada lado". También desechó riesgos de accidentes. "En rampas, la velocidad máxima es 40 km.", dijo.

Pero ahora, en plena obra, son al menos 400 metros lineales de cada lado de la autopista, y sus partes aledañas con montañas de arena y tierra, máquinas y escombros, los que afectan el parque que, trazado en 1903 por el célebre ingeniero Carlos Thays, tiene 22 hectáreas entre las avenidas Asamblea, Curapaligüe, E. Mitre y Eva Perón.

Para el funcionario, si bien se cobrará peaje en ambos accesos, "no se persigue una medida fiscal sino de ordenamiento de tránsito", lo que en cambio para los vecinos movilizados "estimula mayor circulación de autos (que ahora hasta insólitamente se permite dentro del parque), cuando el Gobierno dice que quiere desalentarla".

La obra cuesta 7,5 millones de pesos y debería terminarse en mayo, dijo AUSA. Ya los pilares están instalándose y por las obras correspondientes se cerraron o enrejaron grandes áreas del parque, hasta ahora un verdadero pulmón de aire para la zona centro sur de la ciudad, rodeado, además de las escuelas, por la Iglesia Medalla Milagrosa, un centro de jubilados, una pista de atletismo, un centro de deportes y un instituto de artes.

El vecino Colángelo dijo que trabajó "para el partido de Mauricio Macri. Y como él es profesional e ingeniero se dará cuenta de que esta obra está en el lugar equivocado. Debería destrabar la obra por decreto".

Expropiaciones y casas demolidas


El 6 de diciembre de 1980 quedaron inauguradas las autopistas Perito Moreno y 25 de Mayo, únicas de las ocho previstas por la intendencia del Brigadier Osvaldo Cacciatore durante la última dictadura. Costaron 730 millones de dólares, más de tres veces el valor anunciado en un principio, y fueron financiadas con parte de la deuda externa. Para construirlas, se procedió a expropiar y demoler miles de casas y dividir barrios y parques.

Reuniones

Los vecinos del Parque no paran en su protesta. Mañana a las 18 se reunirán en Asamblea 1385, frente al calesita, y el sábado a las 10,30 bajo la autopista, en Asamblea al 1200.

Origen de un parque histórico

Diseñado por Carlos Thays, el Parque Chacabuco fue trazado y bautizado el 15 de mayo de 1903. Originalmente, ese terreno había pertenecido a los jesuitas, y entre 1781 y 1898 existieron allí los edificios conocidos como el "polvorín de Flores".En 1911 fueron habilitadas varias canchas públicas de deportes, pero hasta 1920 funcionaba un sólo acceso, en Asamblea y Emilio Mitre. En el centro del parque funcionaba un tambo, y a los alrededores había diversas quintas y casas particulares.En 1931 fue inaugurado, y en 1970 comenzó la construcción de la autopista.

El costo de un ruidoso progreso

Guillermo Allerand

Hace ya casi treinta años, las autopistas eran para los porteños apenas un ícono de ciudades vistas como pujantes y modernas: Nueva York, Los Angeles, Miami. Quizás ese espejismo haya llevado al intendente de un gobierno demencial a estimular su construcción en desdén de los subtes y los trenes, esos medios que hoy se intentan recuperar en todo el mundo. La ineludible utilidad de las autopistas en la Ciudad aún tiene un costo en la calidad de vida difícil de disimular.

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